Vía Mikel llego a este video que me ha alegrado la mañana. En un tiempo en el que los poderes públicos están empeñados en liar la manta con reformas de curriculums que no van a ningún sitio, con inclusión de planes que no se van a hacer efectivos, con un montón de historias que hacen que se malgasten ingentes cantidades de recursos (sobre todo humanos), pero eso si con recortes presupuestarios, que para eso estamos en crisis, y sin contar con quienes en el día a día están al pié del cañon; la reflexión entre irónica y sarcástica de Guillermo Fesser me ha traido un soplo de aire fresco.
Me quedo con tres ideas, que aunque no sean expresadas directamente en el video, me han venido a la cabeza durante su visualización:
- Vamos familias, padres y madres, tenemos que entender que la educación de nuestros hijos e hijas empieza en casa, no podemos eludir esa responsabilidad.
- Las maestras y maestros, profesoras y profesores olvidémonos un poco de los conceptos y ayudemos al alumnado a mejorar sus actitudes ante el aprendizaje. Regalemósles cañas de pescar, no una cesta llena de peces.
- La administración que ponga recursos, mucho más ahora en tiempo de crisis, y deje trabajar con tranquilidad a los profesionales cada uno en su ámbito. No intenten extrapolar ideas preconcebidas de ámbitos que no tienen nada que ver con la educación, no va a funcionar. Vayamos a lo esencial.
Os dejo aquí el video, son solo ocho minutos.
Carmen
Estoy muy de acuerdo con lo que plantea. Lo que má me llega es la constatación de que nuestros hijos están creciendo solos, los padres no estamos en casa cuando ellos están y esto tiene consecuencias ¿cóno hacemos para salvar esta dificultad? ¿tienen los agentes sociales alguna responsabilidad?
Administrator
@Carmen: Pues yo creo que con responsabilidad y priorizando lo que sea realmente importante para cada uno de nosostros. Quizás debamos renunciar a algo o quizás baste con organizarnos de otra forma.
En ese sentido si creo que los agentes sociales si tinen mucho que decir a la hora de facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral. Pero de nada servirá que se tomen medidas en ese sentido si luego ese tiempo no lo dedicamos a nuestras hijas e hijos.