Como hemos comentado anteriormente, nuestro destino este Julio ha sido la comarca gallega de las Rias Baixas, en concreto la localidad de Baiona. Es esta una población turística que ha sabido conjugar su pasado histórico y marinero con una interesante actividad turística que atrae a muchos visitantes en las épocas vacacionales.
Enclavada en un lugar estratégico, al sur de la Ría de Vigo, en la desmbocadura del rio Miñor y abrigada de los temporales del Atlántico por el Monte Real, sus playas pueden considerarse unas verdaderas piscinas, aunque el agua no alcance la temperatura del Mediterráneo.
Aparte de sus playas, sobre todo Playa Ladeira y Playa América, Baiona cuenta con interesantes atractivos turísticos como el propio Monte Real, donde se encuentra el Parador, antigua fortaleza rodeada de una muralla transitable de unos tres kilómetros cuyo recorrido merece la pena. Las vistas al mar y a las islas Cíes son preciosas.
Por cierto, el Monte Real y el propio puerto de Baiona fueron testigos el 1 de marzo de 1493 de la llegada de la carabela “Pinta” que llegaba con la noticia del descubrimiento del llamado Nuevo Mundo. Baiona fue así, el primer puerto del Viejo Continente en conocer la noticia del descubrimiento de America. En el puerto baionés podemos visitar una réplica de la “Pinta” que nos permite adentrarnos en aquella fabulosa odisea.
En el puerto, así mismo podemos zarpar en el barco-catamarán que nos acerca hasta las Islas Cíes, pero este lugar requiere un comentario especial en un artículo aparte.
La parte antigua de la villa se halla salpicada de rincones con mucho encanto y podríamos destacar la zona del puerto, el ayuntamiento y los soportales de granito en algunas (pocas) calles. Al mediodía y al atardecer suele haber un ambiente muy majo alrededor de los numeroros bares y restaurantes, así como de las tiendas de artesanía y productos de la tierra.
El alojamiento lo tuvimos en una cabaña de madera del Camping Bayona Playa. Un camping de primera categoría situado en la misma playa Ladeira cuyas instalaciones son muy buenas aunque la colocación de bungalows, cabañas y parcelas para tiendas esté más pensada para una máxima rentabilidad que para la comodidad y la intimidad de los usuarios.
Es un camping que tiene todos los servicios (restaurante, supermercado,…) y además cuenta con acceso directo a la playa, una gran piscina y un servicio de limpieza diario inmejorable. Es un camping para recomendar aunque yo no aconsejaría el alquiler de bungalows, colocados unos frente a otros sin ninguna intimidad, y me decantaría por las cabañas con vistas a la playa, que disponen de una gran cristalera que da a la playa, el puerto de Baiona, las Islas Cíes, etc. con unas vistas y atardeceres impresionantes.
Para mí otra de las cosas más interesantes fue el hermoso paseo con pista ciclable que, partiendo del Monte Real recorre todas las playas baionesas y a través de Sabarís, pasando cerca del camping llega al parque de Nigrán atravesando el puente sobre el Río Miñor que oculta otro antiguo puente precioso. En total serán unos 4 kilómetros (solo ida) de un estupendo paseo que se puede hacer andando o en bicicleta (¡qué pena no haber metido las biciletas en el coche!).
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