Crónicas finlandesas I

Habeís sido varias personas las que me habeís comentado que estaís esperando que publique las crónicas sobre mi estancia en Finlandia. Bueno pues, ¡ahí va!.

Como ya sabeís el viaje ha sido el resultado de haber obtenido el Premio a las Buenas Prácticas en aulas y talleres de Formación Profesional por lo que ha resultado un viaje repartido entre el placer y el trabajo. Hemos salido el sábado 14 en avión, rumbo a Kittilä, vía Madrid y Helsinki. Y nos hemos alojado en el Sokos Hotel de la vecina estación de esquí de Levi, una de las más grandes de Finlandia y a la que asisten familias de todo Europa a pasar su "semana blanca". La primera impresión ha sido curiosa, todo nevado y helado, -20 grados de temperatura y el taxista a toda pastilla. Ya se que resultará tópico pero nos cae una de esas por aquí y se paraliza todo una semana, o más.

La primera incursión gastronómica por esas tierras ha sido la cena en el buffet Hullu Poro ("El reno loco") a base de salmón, reno y arándanos. Muy bueno el salmón a la brasa y también las salchichas de reno. Una copa en el karaoke y a dormir que mañana será un duro día. Me ha resultado curioso ver la diferencia de edades de la gente que estaba en el bar tomando una copa y cantando en el karaoke, podríamos decir que había gente de entre 20 y 70 años, todos en armonía. Me ha gustado el ambiente.

 El domingo nos hemos levantado pronto porque teníamos previsto un "safari" en moto de nieve y tras el potente desayuno nos hemos montado en las motos para surcar los bosques y los lagos helados de estas tierras. Tras unos inicios titubeantes, le he cogido el tranquillo y me lo he pasado en grande. La idea del safari es la de acercarnos a diferentes lugares mediante la moto, disfrutando del paisaje  y realizando otras actividades como montar en trineos de renos y de perros, pescar en un lago, comer en un tipi (porrupatatak con salmón) o visitar el hotel de hielo. Han sido unos 100 kilómetros en moto, por paisajes nevados impresionantes y con actividades intermedias muy divertidas. Pero lo mejor estaba por llegar. Tras una exigente y fría jornada, nada mejor que una buena sauna que nos ha dejado como nuevos. El día sigiente, lunes, nos esperaba una jornada de viaje hacia la ciudad de Oulu. A descansar. Aquí os dejo algunas fotos.