Si Padre, confieso que he pecado. He leído los tres libros de la Saga Millenium del escritor sueco Stieg Larsson. Un verano a la sombra da para mucho. He de confesar que llegué a "Los hombres que no amaban a las mujeres" con ciertas reticencias. No me atraen los libros que aparecen promocionados en las listas de "más vendidos", que no "más leídos". Prefiero seguir otros criterios. Pero todo el mundo a mi alrededor comentaba el libro y hablaban muy bien de él. Me puse a la cola de libros prestados entre familiares y amigos y al final me tocó.
A veces cuando te hablan muy bien de un libro o una película tus intereses son diferentes y te quedas con un sabor agridulce pero este no ha sido el caso. El primer libro de la saga me ha gustado mucho. De hecho creo que, a pesar de lo que dicen mis allegados, es el mejor. Una trama redonda, sin fisuras; con dos personajes, Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander muy logrados tanto en su caracterización como en sus acciones.
Tras finalizar este primer libro llegó a mis manos el segundo, "La chica que soñaba con una cerrila y un bidón de gasolina", con muy buenos comentarios por parte de la gente más cercana. Algunos que ya habían leído toda la saga comentaban que era el mejor. A mi no me termino de llenar. El primer libro me resultó una sorpresa tal que este segundo no lo llegué a disfrutar tanto. Además tiene un final que te deja un tanto frío. Quizás este final esté buscado premeditadamente por el autor para que leamos el tercero. Y llegados a este punto no me pude resistir.
"La reina en el palacio de las corrientes de aire" recupera al mejor Larsson e incluso aparece con una escritura más completa, centrándose no solo en la acción sino que incluso añadiendo el punto de vista del narrador sobre los hechos acaecidos. Cuestión esta que echaba en falta en los dos primeros libros. Además Lisbeth estaba viva y recuperada para un cuarto libro que probablemente nunca se termine de escribir tras el trágico fallecimiento del autor.
Iñaki Murua
Yo también me confieso, Josu: he leÃdo la saga completa, a buen ritmo (indicativo que me lo he pasado bien). Aunque al tercero acabé un poco saturado de sociedad sueca; similar a lo que me acabó pasando con el Inspector Wallander y Henning Mankell.