LOMCE y Formación Profesional

Estatu Espainoleko Hezkuntza Ministerioak aurkeztu duen Erreforma Legea (LOMCE) ez da gustukoa suertatu Euskal Herriko Hezkuntza Komunitatean orohar. Egin zaizkion kritiken hartetik bi gailentzen dira: euskarari emandako trataera eta Erkidego Autonomoak dituzten konpetentzien inbasioa. Artikulo honetan ez dugu gai hoietaz hitzegingo. Oraingo honetan erreforma honen analisia egingo dugu Lanbide Heziketaren ikuspuntutik.

El Anteproyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) no ha resultado del agrado de la comunidad educativa vasca en general. De entre las críticas que se len hecho a este texto destacan dos: el tratamiento dado a la lengua vasca y la invasión a las competencias educativas de las Comunidades Autónoma y Foral. En este artículo no tratamos de seguir incidiendo en estos temas sino de aportar el análisis de lo que supone la reforma desde el punto de vista de la Formación Profesional. El análisis se realiza a partir de borrador de fecha 03/12/2012.

Rubik Cube (Photo credit: josu.orbe)

Una de las primeras cuestiones que llama poderosamente la atención es que es una ley de artículo único de modificación al articulado de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE). Esto hace sumamente complejo el seguimiento de las disposiciones recogidas en los artículos pues hacen referencia a dos documentos distintos. No se si esto es muy normal en la redacción de leyes de este rango.

La exposición de motivos, tal y como comentaba Mikel Agirregabiria en un reciente artículo, muestra un texto que a pesar de una aparente coherencia, resulta desalentador en las propuestas que presenta. Unas propuestas que probablemente nos conduzcan a una “regresión pedagógica” alineada con la necesidad imperiosa de conseguir buenos resultados en las evaluaciones de etapa, tal y como ocurre actualmente con la mal llamada selectividad. Creo que este tipo de visionprovocará una “segregación prematura de los rezagados” sin que por otra parte se aporten medidas de detección temprana que permitan la corrección de problemas de aprendizaje en su origen.

De cualquier forma, no es mi intención realizar un análisis general de la norma sino enfocarnos en el tratamiento de la misma en lo refernte a la Formación Profesional. Una de las primeras sensaciones que se desprende es que a pesar de la flexibilidad y supuesta permeabilidad del sistema, la Formación profesional se relega a una “segunda vía” para aquellos que no pueden conseguir el “éxito” que supone el acceso a la Universidad a través de un Bachiller puramente académico sin tener para nada en cuenta los intereses y la vocación del alumnado, sobre todo en lo que a la Formación Profesional de Grado Superior se refiere.

En este sentido, tras la reforma no sería necesario obtener el título de Bachiller para poder acceder a los Ciclos de Grado Superior, bastaría con haber superado todas las materias de Bachillerato o incluso, si he entendido bien, será posible el acceso directo de grado medio a superior. Esto supone en principio una “rebaja” en las condiciones de acceso que puede permitir el acceso al Grado Superior a alumnado con mayores dificultades a la Formación Profesional . Por cierto, parece que en esta revisión ha desaparecido el “curso puente” que aparecía en alguna otra versión del documento. No me parece mal. Llegados al caso hay que dar alguna salida a este tipo de alumnado pero si esto debe ser así, hecho en falta en el Bachillerato un proceso de orientación similar al de la E.S.O. que permita facilitar la elección de los futuros estudios, no solo en función del “talento” sino también de los intereses y la vocación del alumnado. Por otra parte no hay que olvidar la necesidad de este tipo de titulados, sobre todo en las familias industriales, para responder a las necesidades de nuestro entorno productivo, en consonancia con lo que ocurre en otros paises europeos. La excelencia no solo está en los titulados universitarios también la Formación Profesional necesita titulados “excelentes” en su ámbito.

La Formación Profesional de Grado Superior necesita ser entendida, valorada y prestigiada en su justa medida. No creo que la propuesta de reforma sirva de acicate en este sentido.

La Formación Profesional de Grado Medio aparece claramente como una solución a quienes “no den el nivel”. Ya tras cursar 3º de E.S.O. una parte del alumnado será orientado hacia las llamadas “enseñanzas aplicadas“. En este sentido me resulta preocupante que se de por hecho el fracaso en E.S.O. sin recoger ninguna medida previa que permita reforzar los aprendizajes adquiridos por el alumnado. Diagnosis en los primeros años de escolarización, apoyos en primaria, orientación personalizada, contacto permanente y colaboración con las familias, deberían ser líneas de trabajo que permitan minimizar el fracaso. Como novedad aparece la posibilidad de incluir materias voluntarias que faciliten la progresión del alumnado hacia grados superiores.

Para los casos más problemáticos aparece la nueva Formación Profesional Básica en sustitución de los anteriores P.C.P.I.s mi desconocimeinto en este campo me lleva a preguntar: ¿nada nuevo bajo el sol? Os agradecería comentarios en este campo.

Finalmente tengo que comentar que viendo los curriculums de E.S.O. y Bachillerato me ha dado la impresión de que el ámbito científico-tecnológico pierde peso cuando más lo necesitamos. ¿Tenéis la misma impresión?